Neolítico

Las condiciones geográficas del término municipal de Aroche ha favorecido la presencia del hombre desde épocas muy antiguas, destacando, sobremanera, el Valle del Chanza, como una zona de aprovisionamiento de alimentos, pero también como una formidable vía de comunicación entre el Alentejo portugués y los territorios sevillanos. Las huellas de esa ocupación humana salpican la zona, habiendo sido catalogados numerosos yacimientos arqueológicos.

Como hemos apuntado, el poblamiento de este espacio está muy influido tanto por la zona alentejana como por el Valle del Guadalquivir, cuyos inicios pueden rastrearse en el Neolítico final, en el tránsito entre el IV y el III milenio a.C.
Dentro del Neolítico Final en transición al Calcolítico podemos situar el poblado en altura del Pico de los Ballesteros, en la primera mitad del III Milenio a.C.